lunes, 30 de diciembre de 2019

2019: EL AÑO DONDE DISNEY Y NETFLIX NOS VOLVIERON IDIOTAS DEL TODO



Se empezó el 2019 hablando del final de una (forzada por los dólares) trilogía con el Glass de Shyamalan y acabamos con el fin de otra trilogía, la tercera ya de Star Wars. Entre medias un montón de basura, como es ya habitual desde que empezó este siglo, donde es imposible decidirse por lo mejor (por escasez de buenas pelis) y complicado decidir lo peor (por la abundancia de bodrios). Pero lo único interesante de este año lo podéis comprobar pinchando AQUI. O pinchando AQUI.

Jonathan Glazer, el cineasta del siglo XXI


Sí, Jonathan Glazer (ya lo he dicho muchas veces) es el Kubrick de este siglo, y más porque Kubrick no está ya entre nosotros. La gente sigue ignorando su fascinante y corta filmografía (al estilo Kubrick) y en un mundo inteligente sería el director a seguir. Pero preferimos perder el tiempo con los films de viejos mastodontes del jurásico como Tarantino o Scorsese, polémicas absurdas (todo lo que rodea a Marvel solo podría interesar a un niño de 8 años, pero es que esa es la edad mental del público en general hoy en día) y lo que decidan hacer Disney y Netflix con el ojo de nuestros culos!

Y es que Jonathan Glazer, el director que sacó desnuda del todo a toda una Scarlett Johansson en Under The Skin (2013) o hizo a Nicole Kidman bañarse desnuda con un niño de 10 años que la deseaba en Birth (2004), no tiene cabida en este siglo, menos aún cuando su nuevo film será un drama romántico ambientado en un campo de concentración (!!!). Su cine apabullante, trasngresor y estéticamente delicioso haría llorar los ojos secos y el cerebro frito de los fans de la Marvel habituados a miles de explosiones y a chistes de humor blanco.



Mientras estos días asistimos al previsible petardazo en taquilla de la nueva versión de Mujercitas (nadie se da cuenta de lo sosa que ha sido siempre Emma Watson???) que junto con la nueva versión de Los Ángeles de Charlie (esa Kristen Stewart demostrando, una vez más, que lo suyo nunca ha sido el cine comercial) queda claro que el feminismo cinéfilo no es taquillero (ya hablé en su momento de la nueva versión de Tomb Raider o Passengers donde toda una Jennifer Lawrence cobraba más y salía primera en los créditos ante el machote de Chris Pratt, todo un logro aunque en taquilla no fuera nada del otro mundo y la posterior carrera de Lawrence no se haya recuperado del batacazo de la delirante Mother!) pero al menos ha servido para intentar hacer limpieza en Hollywood (sin muchas esperanzas de que eso sirva de algo).

Pero volvamos al cine, ante los fans de Tarantino (salvo la Sony que ha perdido dinero con el estúpido acuerdo que firmó para distribuir Érase una vez en Hollywood) o los de Scorsese (fans que no aman el cine, salvo el de sus ídolos) están los fans de Netflix o Marvel (estos ni siquiera saben lo que es el cine, claro) y en un rincón los que adoramos a Glazer. Si hubiera justicia el 2020 sería el año de Glazer, pero me temo que seguiremos hablando de Viuda Negra o la próxima infraserie que  Netflix tenga a bien meternos por el ojo del culo (y encima pagando).

 Jonathan Glazer dirigiendo a Nicole Kidman, la última musa de Kubrick

En definitiva, despido el año reivindicando a Glazer, esperando su nuevo film y sin ganas ya de seguir diciendo que el siglo XXI sigue siendo lo más pobre, cinematográficamente hablando, de los últimos 120 años...

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