martes, 10 de diciembre de 2019

RARA (2016): LA HOMOFOBIA ES COSA DE ADULTOS



Un film producido, escrito y dirigido por mujeres. Un film chileno (coproducido con Alemania y Francia) aunque por su naturalismo formal pareciera francés. Largos planos secuencia (el plano secuencia inicial con la niña protagonista es simplemente magistral) para contar una historia donde una niña a punto de cumplir 13 años vive con su hermana en casa de su madre y su novia, tras divorciarse del padre que vive también con su nueva pareja. Así la niña entre entrenamientos de voleibol, el chico que le gusta y las charlas con su mejor amiga asistirá no solo a lo complicado que es crecer sino a cómo se enturbia la relación entre sus padres, un matrimonio divorciado que acabará luchando por la custodia de las niñas tras lo que parecía un buen arreglo post-divorcio...




Revisando el film dan ganas de revisar Lianna (1983) aquel viejo film de culto de John Sayles sobre una mujer con hijos que decide divorciarse para vivir por fin su vida como lesbiana abiertamente. Pero Lianna y Rara son dos films muy diferentes, el primero va más sobre el renacer sexual de una mujer, el segundo cuenta, desde el punto de vista de una niña, algo más que los problemas sociales de vivir con una pareja de lesbianas en un país como Chile, porque va, en general, de ser niña, crecer y afrontar el mundo tal como es: una puta mierda.

Rara se inspira en un caso real aunque la directora Pepe San Martin aprovecha para ir más allá de un caso judicial o de homfobia en un país de sistemas rancios, a nivel social y judicial, heredados de una larga dictadura repulsiva y criminal. Y es una alegría porque podríamos estar hablando de un panfleto y, sin embargo, la mirada de la directora es bastante objetiva y lo que retrata es el punto de vista, lejos de ideologías y tonterías, de la niña protagonista a la que le importa poco la política y que ve con naturalidad que su madre viva con una mujer, porque aquí lo que importa es ser feliz, además de que los niños necesitan estabilidad para sentirse seguros y sufren más que los adultos cuando esa estabilidad falta.





Resumiendo: estupendo film rodado con sencillez y elegancia con maravillosos actores (a destacar las niñas muy naturales, como pasa en el cine francés del que ya he dicho que el film mimetiza su naturalismo) que trata un tema (o temas) con inteligencia y buen gusto y refleja muy bien lo que es el mundo infantil y a esos niños que van creciendo sin entender muy bien por qué los adultos son tan idiotas y meten la pata tanto. Esperemos que Pepa San Martín que tanto acertó con este debut en el largometraje (tras un par de cortos) siga haciendo más películas, de momento su carrera se ha sumido en el silencio, pero esperemos que esté preparando un nuevo proyecto tan estimulante como este.



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