miércoles, 9 de octubre de 2019

25 AÑOS DESPUÉS SIGO PREGUNTÁNDOME POR LA TRENCITA DE SARAH EN "THE CROW"



Año 1994, todos los jovenzuelos de entonces esperábamos con ansias The Crow no porque fuera un film basado en un cómic de culto (entonces no se estrenaban 20 películas de superhéroes al año) sino por razones más interesantes como la potente banda sonora de rock alternativo con muchas bandas aportando temas inéditos (The Cure, Rage Against The Machine, Helmet) o la inesperada muerte de Brandon Lee (que mucho antes que Heath Ledger demostró que si te mueres, aunque seas un mal actor, automáticamente te conviertes en leyenda). El estreno, al final, con todo el ruido de la muerte del prota en el rodaje y los mil y un problemas de la producción, fue una pequeña decepción.

Ahora, 25 años después, el film es una pieza de culto y cada escena resulta mítica. Así son las cosas con el paso del tiempo, lo que le poeta llamaba "la brillante pátina del tiempo". Y The Crow, pese a no ser una obra maestra y flojear en muchos aspectos (argumento trillado, malos de cartón piedra, la mediocridad de actor de Brandon Lee, un montaje final que destrozó el espíritu original del director Alex Proyas) es un film de culto y legendario por derecho propio. A su favor el hermoso score firmado por Graeme Revell o la belleza melancólica de muchas de las escenas lluviosas, la gloriosa muerte del malo, la despedida de Eric, los momentos tiernos con Sarah.

 La actriz Rochelle Davis en su foto de casting antes de convertirse en Sarah para "The Crow"


Podríamos hablar de la idea original de Proyas de rodar el film en blanco y negro para ser más fiel al cómic o de cómo Paramount quería en principio hacer un film musical con el cómic protagonizado por Michael Jackson (!!!), algo que horrorizó al autor James O'Barr. Pero de todo eso ya hablé en mi artículo sobre el film (que era bastante largo y profundo y que se publicó en Antifotogramas). Pero tras volver a revisar el film anoche hay un misterio que me sigue abrumando: el de la trencita de Sarah, el personaje de la niña interpretado por Rochelle Davis. No sé cuánta gente se habrá dado de este detalle extrañísimo. Veréis, en a recta final del film Sarah aparece con el policía y luego se encontrará con Eric en el cementerio hasta que seguidamente es secuestrada por Tony Todd, uno de los malos del film. El misterio es que en esas escenas Sarah no lleva una trencita en el pelo que segundos después aparecerá por arte de magia en su pelo cuando el malo malísimo la tenga agarrada en el tejado del a iglesia frente a Eric. Bien, después eguiremos viéndola con esa trencita hasta el final del film...y claro, uno se pregunta ¿De dónde sale esa trenza? Si estaba raptada por los malos se dedicó a hacerse una trencita en el pelo mientras tanto o fue la malísima de Bai Ling que se la hizo por capricho? Y puesto que la acción dura segundos es imposible que se hiciera la trencita de todos modos, así que ¿qué coño pinta la trencita en el pelo de Sarah?







 Capturas del film con Sarah antes y después de llevar la trencita



Puesto que la actriz Rochelle Davis frecuenta convenciones de cine de terror para hablar del film y firmar autógrafos (a pesar de que no se dedicó al cine después de The Crow) me gustaría preguntarle por lo de la trencita porque de verdad me corroe la intriga! ¿A quién se le ocurrió ponerle una trencita en ese momento del film? ¿Qué sentido tiene????

En fin, posiblemente me moriré sin saber la respuesta. Esa es la puñetera magia del cine...




Rochelle Davis en el rodaje del film fotografiándose con Michael Berryman  cuyo personaje de Skull Cowboy fue eliminado del montaje final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario