miércoles, 9 de octubre de 2019

NO ME GUSTA "JOKER" PORQUE NO TENGO NI PUÑETERA IDEA DE CINE



Si ahora estamos hablando de Joker (2019) no es porque sea una buena o una mala película, es porque la Warner nos ha ordenado hablar de ella, y como el público es de carácter mamporrero habla de ella. Así funcionan las cosas. Las multinacionales ordenan y nosotros obedecemos como los borregos que somos. Aunque hay algunos borregos con un cencerro al cuello que intentan dirigir a los demás borregos (que suelen seguir el sonido del cencerro). A los borregos con cencerro los llamamos "críticos de cine", aunque en realidad su oficio es el de "publicistas de cine". Aclarado esto sigo:

Los fans de Joaquin Phoenix son como los fans de Rocco Siffredi: por muy mala que sea su actuación siempre acabarán teniendo una erección. Desde que Marlon Brando puso de moda "el método" y eso de ser un "actor atormentado" muchos han seguido su camino con más o menos fortuna. Unos tuvieron suerte (Jack Nicholson, Al Pacino, Robert de Niro), otros se estrellaron por el camino (Mickey Rourke, Jason Patric, Edward Norton), e incluso los hubo que siguiendo a Brando lograron crear su propio estilo (Paul Newman, Montgomery Clift). Los que solo lograron ser una parodia de Brando, o mejor dicho una parodia de actor, fueron los que siendo demasiado feos para ser estrellas decidieron sobreactuar y ver si sonaba la flauta o caía algún Oscar haciendo de tullido, tonto o loco. De esa especie el Rey absoluto es Gary Oldman. Su discípulo más popular Joaquin Phoenix (claro que al lado de Oldman el inofensivo Phoenix parece una monja recatada y discreta temerosa de Dios). Ambos pertenecen a esa clase de actores que tienen muchos fans porque hasta los asesinos en serie que esperan ser ejecutados en la silla eléctrica tienen fans en este mundo. Ya se sabe, Jared Leto y compañía, que a falta de talento lo rellenan todo con estética llamativa y personajes estrafalarios entre muecas absurdas y bailes de San Vito.

Pero volvamos a Joker (2019), que no es un film sino la enésima vez que Joaquin Phoenix hace de Joaquin Phoenix, que con esa cara solo puede hacer de malo de la función a estas alturas. No puedes pedirle a Joaquin que haga un film romántico o una comedia, su cara de hombre recién levantado que se ha bebido un litro de vinagre hace imposible la empatía para con esos géneros cinematográficos. Así que Joaquin estaba destinado a hacer de Joker. No porque sea un buen actor, sino porque su cara está hecha para cosas así: hacer el imbécil con el rostro pintado de colorines (aunque a estas alturas es difícil de superar las imbecilidades de Jared Leto en ese papel, el de Joker digo).



Joaquin no es Nicholson ni murió durante el rodaje, aún así el público mamporrero de Joaquin pide ya, incluso antes de ver la película, el Oscar para su ídolo. Desde que a Penélope Cruz le dieron un Oscar como si le dan tres de una vez a Joaquin, su valor es nulo. Así que con eso no hay problema.

El problema es que la Warner nos ha ordenado hablar de Joker, que Joker se ha paseado por festivales de supuesto prestigio y que se declara por decreto que Joker es una obra maestra, que Joaquin ganará el Oscar y que si te niegas a ver la evidencia es que no tienes ni puta idea de cine.

O sea, que no tengo ni puta idea de cine.

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