martes, 15 de octubre de 2019

DESTROYER (2018): UNA CACA DE LA VACA



¿En cuántas películas puedes escuchar Dire Straits para poco después escuchar a Kyuss? De hecho, ¿Cuántas películas incluyen personajes hablando de Dire Straits? Pues en esta, pero no os confundais, Destroyer es un claro ejemplo del actual cine del siglo XXI: ninguna idea nueva y una vulgar manipulación para intentar llevarse premiso de prestigio en festivales.

Karyn Kusama (la directora que debutaba con la estupenda Girlfight, debut además de Michelle Rodríguez, que luego se perdió en una de esas carreras sin personalidad ni sentido, con lo que prometía!) dicen que ha recuperado el rumbo con sus últimos films. Viendo Destroyer no veo que haya recuperado nada: un thriller policíaco donde un policía destrozado existencial y físicamente quiere redimirse con una historia de estructura circular y final sorpresa...¿algo nuevo? Ah, lo nuevo es que la prota es una mujer y que esa mujer, además, es Nicole Kidman con un maquillaje horrendo para parecer tan fea como Charlize Theron en Monster. Pero acaso ¿eso es una novedad?



Una vez vista la película nada del otro mundo. Sí, hay alguna escena llamativa y algún plano interesante (como ese de los protas mirando el horizonte con un estadio de beisbol en plena efervescencia de noche), pero acaba cansando la eterna historia de la prota con pasado sórdido y pecados que quiere redimir...empezando, claro, por su conflictiva hija adolesccente (¿se pueden acumular más tópicos por centímetro de metraje?)



 Yo no veo mucha diferencia entre la Nicole Kidman real y la del film



Y uno de los grandes problemas del film es precisamente el maquillaje de Nicole Kidman, que parece una pasta espsa sobre la cara que no le deja ni sonreír (aunque tampoco tenga muchos motivos para sonreír). Nicole Kidman es una actriz de cincuenta años que se ha operado la cara y usa botox como si fuera crema hidratante, con que la hubieran filmado recién levantada sin maquillaje ya estaría horrible, no le hacía falta tanto maquillaje, no estamos hablando de una supermodelo de 20 años!

Pero en fin, no todo es malo. La escena en la cafetería entre madre e hija (o sea, entre Nicole KidmanJade PettyJohn) es de lo mejor, sobre todo porque la joven Jade da una lección de interpretación y se come con patatas a la Kidman y su aberrante maquillaje. Tampoco está mal la escena donde Nicole Kidman tiene que hacerle una paja sórdida y depravada a un ex-compañero para sacarle información (aunque podía estar mejor).


 La mejor escena del film y Jade PettyJohn demostrando su talentazo

 

Resumiendo: un film olvidable, solo para muy fans de la Kidman y para descubrir el talento (y la belleza) de Jade PettyJohn a la que hasta enotnces solo la conocían por sus papeles en el canal Nickelodeon.

LA ESCENA QUE NO TE PUEDES PERDER: Nicole Kidman haciendole una paja guarra a un ex-compañero. El duelo Madre-Hija en la cafetería.

LO MEJOR: Descubrir a Jade PettyJohn.

LO PEOR: Que sin maquillaje Nicole Kidman hubiera hecho mejor de fea.





 
 Jade PettyJohn, una actriz a seguir....



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