miércoles, 13 de noviembre de 2019

GIRLFIGHT (2000): SI UN HOMBRE NO TE RESPETA LE DAS UN PUÑETAZO



"El feminismo no solo sirve para liberar a las mujeres sino también a los hombres que ya no tienen que ir con esa pose de macho estúpido todo el rato" Lo dijo Morrissey y acertó de lleno. Michelle Rodriguez, en lo que fue su debut en el cine, lo tiene más claro: si tu padre te toca los ovarios le das una paliza y aprenderá a respetarte.




Girlfight no es ese ejercicio de paternalismo condescendiente heteropatriarcal de Eastwood, el amigo de Donald Trump, que se llamó Million Dollar Baby (con esa niña guapa blanca que era Hilary Swank), esto es un film real, crudo y tierno, lleno de humanidad y potente como un puñetazo en la cara. Producido por tres mujeres, escrito y dirigido por otra mujer y protagonizado por Michelle Rodríguez. O sea, cine femenino y feminista, con dos cojones.







Anoche me puse a revisar una vez más el film y sigue sorprendiéndome lo perfecto que es, el que no tenga ni el más mínimo fallo. Es increíble que la debutante Karyn Kusama lograra tal obra maestra del cine y luego, en su carrera posterior, haya ejecutado bodrios tan infames desperdiciando su vida como cineasta. Pero es que Girlfight mezcla dureza y ternura de forma magistral, romanticismo y puñetazos con elegante sobriedad. Aquí una chica de 18 años en su último curso de instituto decide aprender a boxear, por el camino se enamorará de un boxeador y acabará dándole hostias a su propio padre maltratador. No podía fallar semejante historia! Sobre todo porque al contrario de los productos de Hollywood (este film se rodó en 30 días con menos de un millón de dólares de presupuesto) la historia romántica sirve para ejemplificar el punto de vista femenino y feminista de la protagonista sin sermones planfletarios sino con naturalidad, con Michelle soltando frases como "¿Ahora te vas a poner en plan macho protector?"





Y es que ver a Michelle Rodríguez echando esa mirada asesina de pantera (hermosa y peligrosa) no tiene precio. Curiosamente la actriz, al igual que la directora del film, tampoco ha hecho nada a la altura de su debut en su carrera posterior, una pena. Pero Girlfight vale su peso en oro, un clásico del nuevo siglo que ha quedado algo olvidado pese a las buenas críticas en su día. Así que es justo revisarlo cada año y rescatarlo, por justicia cinéfila!

Así que, olvídate de Million Dollar Baby y reivindica Girlfight que es mucho mejor película y, ante todo, el mejor ejercicio feminista cinematográfico de este siglo. Y además, ver a Michelle Rodríguez tan guapa y musculosa dando puñetazos a todo el que se cruza en su camino me provoca una erección. ¿Se puede pedir más a un film?

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