Co-producido entre Gran Bretaña, Italia y Checoslovaquia lo que tenemos aquí es un film de internados, de internados de chicas, de colegialas y bailarinas y ya sabemos que donde hay colegialas hay perversión y pervertidos! No Falla!
Lo más curioso es que en un género tan explotado como el de los internados en pleno siglo XXI se hayan rodado obras maestras, joyas de culto, como la francesa Innocence (2004) con una joven Marion Cotillard donde da clases en un colegio en el que las niñas llegan metidas en ataúdes (!!!) o la británica Cracks (2009) con Eva Green enamorada de una de sus alumnas, a las que hay que añadir este El Despertar del Amor cuyo poético título algo cursi no hace justicia a sus cualidades.
El film, que se abre con una impactante secuencia donde vemos bailar a unos pies de bailarina que van sangrando más y más a medida que se mueven, nos muestra a unas niñas en el extraño internado, situado en Viena o alrededores, en una época no especificada, pero hace décadas, donde sobre todo aprenden a ser bailarinas. Entre medias, mientras crecen, amores lésbicos, profesoras encaprichadas de sus alumnas, criadas degeneradas o una directora que por no perder el control del lugar se dedica a matar a toda niña que no se porte bien...
Ya se sabe, algunos tópicos sobre internados femeninos pero aquí con un sobrio y sórdido ambiente lleno de celos, trampas, sexo reprimido y amores prohibidos para lo que es, sin duda, una cruel metáfora sobre el fin de la inocencia...o sea: que los seres humanos somos repugnantes y la vida una puta mierda...
Colegialas enamoradas de su profesora, colegialas enamoradas de otras colegialas, sirvientas que intetan tener sexo con colegialas, una directora de oscuro pasado más loca que una cabra y, de fondo, un príncipe azul que nos ofrecerá el brutal final con que nos dejará la boca llena de un sabor amargo: el de que la vida es un eterno desengaño!
Pequeña obra maestra del cine europeo de este siglo con una Jaqueline Bisset madura e ideal para ver en doble sesión con las mencionadas Cracks o Innocence.
El film, que se abre con una impactante secuencia donde vemos bailar a unos pies de bailarina que van sangrando más y más a medida que se mueven, nos muestra a unas niñas en el extraño internado, situado en Viena o alrededores, en una época no especificada, pero hace décadas, donde sobre todo aprenden a ser bailarinas. Entre medias, mientras crecen, amores lésbicos, profesoras encaprichadas de sus alumnas, criadas degeneradas o una directora que por no perder el control del lugar se dedica a matar a toda niña que no se porte bien...
Ya se sabe, algunos tópicos sobre internados femeninos pero aquí con un sobrio y sórdido ambiente lleno de celos, trampas, sexo reprimido y amores prohibidos para lo que es, sin duda, una cruel metáfora sobre el fin de la inocencia...o sea: que los seres humanos somos repugnantes y la vida una puta mierda...
Colegialas enamoradas de su profesora, colegialas enamoradas de otras colegialas, sirvientas que intetan tener sexo con colegialas, una directora de oscuro pasado más loca que una cabra y, de fondo, un príncipe azul que nos ofrecerá el brutal final con que nos dejará la boca llena de un sabor amargo: el de que la vida es un eterno desengaño!
Pequeña obra maestra del cine europeo de este siglo con una Jaqueline Bisset madura e ideal para ver en doble sesión con las mencionadas Cracks o Innocence.
LO MEJOR: La sobriedad y elegancia del film.
LO PEOR: Te deja mal cuerpo y mal sabor de boca al final...porque es cruda como la vida misma.
LA ESCENA: Hay muchas impactantes, pero las de las criadas viejas besándose en la boca para convencer a unas colegialas de que se acuesten con ellas no tiene precio!
LO PEOR: Te deja mal cuerpo y mal sabor de boca al final...porque es cruda como la vida misma.
LA ESCENA: Hay muchas impactantes, pero las de las criadas viejas besándose en la boca para convencer a unas colegialas de que se acuesten con ellas no tiene precio!
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